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jueves, 5 de mayo de 2011

Regalo día de la madre alumnos de 6º




Los alumnos de sexto hicieron con todo su cariño unos bonitos cestos de flores de papel de seda para regalar a sus mamás en su día



martes, 26 de abril de 2011

El ángel de los niños

Refiere una antigua leyenda que un niño que todavía no había nacido, le dijo un día a Dios:
-Me dicen que me vas a enviar mañana a la tierra, pero ¿Cómo viviré allá tan pequeño y tan débil como soy?
-Entre los muchos ángeles escogí uno que te esperará- le contestó Dios.
-Pero dime Dios, aqui en el cielo no hago más que cantar y sonreír y eso basta para mi felicidad. ¿Podré hacerlo allá?
-Yo enviaré un ángel para que cante y sonría para ti todos los días. Y te sentirás feliz con sus canciones y sonrisas.
-¿Y cómo entenderé cuando me hablen si no conozco el extraño idioma de los hombres?
-Un ángel te hablará las palabras más dulces y más tiernas que escuchan los humanos. Él te enseñará.
-¿Qué haré cuando quiera hablar contigo?
-Un ángel juntará tus manitas y te enseñará una oración.
-Señor, he oído que en la tierra hay hombres malos, ¿quién me defenderá?
-Un ángel te defenderá aunque le cueste la vida.
-Señor-le dijo el niño- pero estaré siempre triste porque no te veré más, me sentiré muy solo.
-Un ángel te hablará siempre de mí y te mostrará el camino para un día volver a mi Presencia.
En ese instante una inmensa paz reinaba en el cielo, no se escuchaban voces terrestres. El niño repetía suavemente: Señor, dime el nombre del ángel. Señor, dime el nombre del ángel..Quiero saber su nombre.
-El Señor contestó: se llama: Mamá.

martes, 19 de abril de 2011

La peor mamá del mundo

Yo tuve la peor mamá del mundo. Mientras que los otros niños podían irse a la escuela sin desayunar, yo tenía que comer todo el cereal, el huevo y el pan tostado. Cuando los demás niños tomaban refrescos gaseosos y dulces para el almuerzo, yo tenía que conformarme con comer siempre comidas nutritivas.

Mi madre insistía en saber todo lo que hacíamos y donde estábamos, parecía que estábamos encarcelados; tenía que saber quiénes eran nuestros amigos. Insistía en que, si decíamos que íbamos a tardar una hora, de hecho tardáramos una hora y no dos.

Me da vergüenza admitirlo, pero hasta rompió la "Ley contra el trabajo de los niños menores", e hizo que laváramos los trastos, tendiéramos nuestras camas, aprendiéramos nuestras tareas de la escuela y muchas cosas más; hasta creo que se quedaba despierta por la noche pensando en las cosas que podría obligarnos a hacer, tan sólo por molestarnos: Que lávate los dientes, cepíllate el cabello, respeta a los mayores, obedece...

Siempre insistía en que dijéramos la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Así, entre tanta crueldad, transcurrió mi infancia. Para cuando llegamos a la adolescencia y fue más sabia, nuestras vidas se hicieron aún más miserables. Nadie podía tocar el claxon para que saliéramos corriendo, nos avergonzaba hasta el extremo de obligar a nuestros amigos a llegar hasta la puerta de la casa para preguntar por nosotros.

Pasaron los años y resulta que todos sus hijos somos felices. Hemos sabido superar las dificultades de la vida y desarrollar magníficas relaciones tanto en la familia como en la iglesia y en nuestros trabajos. ¿A quién debemos culpar de nuestra situación actual?

Tienen razón, a nuestra "Mala Madre".

Verán lo que nos hemos perdido: Nada que valga la pena.

Hemos descubierto que nuestra "mala madre" es en realidad la mejor del mundo. Gracias a ella mis hermanos y yo nos hemos propuesto continuar el camino trazado por Jesús: Vivir para servir. Así es el amor.

Estamos tratando de educar a nuestros hijos como lo hizo nuestra madre. Estoy llena de orgullo cuando mis pequeñitos me dicen que soy "mala". Sonrío recordando mis propios arrebatos de cólera y le doy gracias a Dios por haberme dado a la "Mamá más mala del mundo".