La Pascua de resurrección es una fiesta que varía de año a año en relación con nuestros calendarios, pues está basada en el calendario Judío que se guía por la luna. El día central para calcular la Pascua y la cuaresma es el día de la Resurrección del Señor. Para saber la fecha de la cuaresma y su inicio, el miércoles de ceniza, debemos contar 40 días hacia atrás desde el domingo anterior al domingo de Resurrección (domingo de ramos o de palmas). Después del domingo de Resurrección se cuentan 40 días hasta la Ascensión (aunque la fiesta se celebra el Domingo siguiente); una semana después de la Ascensión se celebra Pentecostés fecha por la que se rige la Romería del Rocío y dos semanas después es el domingo de Corpus Christi.
¿Cómo se calcula la Fecha de la Pascua de Resurección?
Cuenta la historia, que la noche en la que el pueblo judío salió de Egipto, había luna llena y eso les permitió prescindir de las lámparas para que no les descubrieran los soldados del faraón.
Los judíos celebran este acontecimiento cada año en la pascua judía o "Pesaj", que siempre concuerda con una noche de luna llena, en recuerdo de los israelitas que huyeron de Egipto pasando por el Mar Rojo.
Podemos estar seguros, por lo tanto, de que el primer Jueves Santo de la historia, cuando Jesús celebraba la Pascua judía con su discípulos, era una noche de luna llena.
Por eso, la Iglesia fija el Jueves Santo en la luna llena que se presenta entre el mes de marzo y abril y tomando esta fecha como centro del Año litúrgico, las demás fechas se mueven en relación a esta y hay algunas fiestas que varían de fecha una o dos semanas.
En el Concilio de Nicea I se determinó que se conmemorase la Pascua el domingo siguiente al plenilunio posterior al equinocio de primavera (en el hemisferio norte; equinoccio de otoño en el hemisferio sur). Aquel año 325 el equinoccio había ocurrido el día 21 de marzo, pero con el paso del tiempo la fecha del evento se había ido adelantando hasta el punto de que en 1582, el desfase era ya de 10 días, y el equinocio se fechó en 11 de marzo.
Las fiestas religiosas están distribuidas dentro del año irregularmente. Unas son fijas como la Navidad, y otras son movibles, y la más interesante de todas es la Pascua de Resurrección.
Así ocurre que la Pascua cae necesariamente entre el 22 de marzo y el 25 de abril, en fechas variables cada año, según la posición de la Luna.
Ya en el Concilio de Arlés (en el año 314), se obligó a toda la Cristiandad a celebrar la Pascua el mismo día, y que esta fecha habría de ser fijada por el papa.
Es en el Concilio de Nicea (en el año 325) donde se llega finalmente a una solución para este asunto. En él se estableció que la Pascua de Resurrección había de ser celebrada cumpliendo unas determinadas normas:
- La Pascua ha de caer en domingo.
- Este domingo ha de ser el siguiente al plenilunio pascual (la primera luna llena de la primavera boreal). Si esta fecha cayese en domingo, la Pascua se trasladará al domingo siguiente para evitar la coincidencia con la Pascua judía.
- La luna pascual es aquella cuyo plenilunio tiene lugar en el equinocio de primavera (vernal) del hemisferio norte (de otoño en el sur) o inmediatamente después.
- Este equinocio tiene lugar el 21 de marzo.
Antes de proseguir es preciso dejar claro que en términos astronómicos, el equinoccio puede tener lugar el 20 o el 19 de marzo, si bien en el calendario gregoriano se establecen unas fechas astronómicas que, aún difiriendo ligeramente de las fechas astronómicas reales, son las que se emplean para el cálculo.
Así las cosas, queda claro que la Pascua de Resurrección no puede ser antes del 22 de marzo (en caso de que el 21 y plenilunio fuese sábado), y tampoco puede ser más tarde del 25 de abril, (suponiendo que el 21 de marzo fuese el día siguiente al plenilunio, habría que esperar una lunación completa (29 días) para llegar al siguiente plenilunio, que sería el 18 de abril, el cual, si cayese en domingo, habría que desplazar la Pascua una semana más para evitar la coincidencia con la pascua judía, quedando el 25 de abril).
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